Antes de dar comienzo a mi etapa universitaria decidí estudiar fisioterapia. La oportunidad de poder ayudar a los demás, con mis propias manos, es algo que a día de hoy sigue dándome grandes recompensas.
Tras superar mis estudios de fisioterapia comencé a especializarme en fisioterapia traumatológíca y ortopédica, donde adquirí un alto conocimiento en la rehabilitación postquirúrgica.
Durante el ejercicio de mi profesión, fui tomando conciencia de la ineficacia de los tratamientos convencionales frente a los problemas y demandas de mis pacientes. Así que me pregunté ¿Cómo puedo mejorar la vida de mi paciente?. Esa pregunta viajó conmigo mientras iba abandonando el trato impersonal, la electroterapia, la rutina de unos protocolos genéricos volcándome en la terapia manual y dando así comienzo a mis estudios de osteopatía.
Durante seis años compaginé la formación de osteopatía con mi vida laboral, encontrando en ella las respuestas a las dificultades de mis pacientes. Tratándolos como un TODO, tomando perspectiva, pudiendo establecer conexiones de sus síntomas y mejorando la calidad de vida de mi paciente, abandonando la idea establecida de que un paciente es un simple dolor de rodilla, cervical o lumbar.
A día de hoy soy osteópata D.O (máxima titulación europea) miembro del R.O.E. (Registro de Ostópatas de España) con número de registro MROE: 485 de la ciudad de Granada.